El Banco Credicoop es una institución sin fines de lucro que, en base al principio solidario de ayuda mutua, tiene por objeto prestar servicios financieros a todos sus asociados. "No existe el fin de lucro, sino brindar más y mejores servicios a los asociados". De hecho, quienes ocupan puestos dirigenciales lo hacen ad honorem y obtienen sus ingresos mediante otras tareas no relacionadas.
Éste es un banco cooperativo, por lo que el dinero que ingresa vuelve a sus socios mediante préstamos otorgados por los mismos asociados. A su vez, y a través del Proyecto de la Tarjeta Cabal , otorga ayuda social en vez de premiar el uso de la tarjeta de crédito con millaje o descuentos, haciendo aportes que se vuelcan en obras para la comunidad. Las instituciones mismas, como escuelas, cooperadoras de hospitales, asociaciones de profesionales o círculos universitarios, entre otras, son quienes administran los fondos y deciden que obras de bien público se realizan.
Por otra parte, el Banco Credicoop permanentemente brinda charlas y cursos de capacitación a los socios, siempre enfocados en la parte empresarial y poniendo especial acento en las PYMES. «Los cursos apuntan a encontrar la manera de resolver los problemas que se le presentan al empresario. En el caso de las PYMES, generalmente se trata de familias trabajando en conjunto, y el problema surge cuando se trata de dar el paso de familia a empresa. Por ese motivo, los cursos están enfocados en ayudar a dar este salto sin que el proyecto fracase». Las clases se organizan a pedido de las entidades; además, existen acuerdos con la UBA y la UTN para brindar cursos universitarios de un año de duración, que poseen la concreción de un plan de negocios como meta.
Credicoop es dirigido por sus propios asociados, quienes eligen, bajo el principio de «un asociado, un voto», al Consejo de Administración. Además, cada asociado puede participar en la vida institucional del banco a través de las Comisiones de Asociados que funcionan en cada filial y que colaboran con el Consejo de Administración.
«Los más de 4000 dirigentes de todos los lugares se expresan igual, con más o menos participación. Desde allí se ejecuta el accionar en cada comunidad, respetando el contacto directo con ella. Los dueños son los asociados, que se manejan mediante las asambleas que se organizan regularmente en Parque Norte. Es una estructura muy democrática y abierta compuesta por una Asamblea, el Consejo de Administración, una Mesa Directiva, las Comisiones Asesoras Zonales y las Comisiones de Asociados».
Éste es un banco cooperativo, por lo que el dinero que ingresa vuelve a sus socios mediante préstamos otorgados por los mismos asociados. A su vez, y a través del Proyecto de la Tarjeta Cabal , otorga ayuda social en vez de premiar el uso de la tarjeta de crédito con millaje o descuentos, haciendo aportes que se vuelcan en obras para la comunidad. Las instituciones mismas, como escuelas, cooperadoras de hospitales, asociaciones de profesionales o círculos universitarios, entre otras, son quienes administran los fondos y deciden que obras de bien público se realizan.
Por otra parte, el Banco Credicoop permanentemente brinda charlas y cursos de capacitación a los socios, siempre enfocados en la parte empresarial y poniendo especial acento en las PYMES. «Los cursos apuntan a encontrar la manera de resolver los problemas que se le presentan al empresario. En el caso de las PYMES, generalmente se trata de familias trabajando en conjunto, y el problema surge cuando se trata de dar el paso de familia a empresa. Por ese motivo, los cursos están enfocados en ayudar a dar este salto sin que el proyecto fracase». Las clases se organizan a pedido de las entidades; además, existen acuerdos con la UBA y la UTN para brindar cursos universitarios de un año de duración, que poseen la concreción de un plan de negocios como meta.
Credicoop es dirigido por sus propios asociados, quienes eligen, bajo el principio de «un asociado, un voto», al Consejo de Administración. Además, cada asociado puede participar en la vida institucional del banco a través de las Comisiones de Asociados que funcionan en cada filial y que colaboran con el Consejo de Administración.
«Los más de 4000 dirigentes de todos los lugares se expresan igual, con más o menos participación. Desde allí se ejecuta el accionar en cada comunidad, respetando el contacto directo con ella. Los dueños son los asociados, que se manejan mediante las asambleas que se organizan regularmente en Parque Norte. Es una estructura muy democrática y abierta compuesta por una Asamblea, el Consejo de Administración, una Mesa Directiva, las Comisiones Asesoras Zonales y las Comisiones de Asociados».
Los miembros de la cooperativa se relacionan a partir de principios basados en el respeto, la igualdad, la solidaridad, la tolerancia y la libertad. «Este un banco cooperativo, es decir que los socios son los que administran la entidad, formando parte de la comisión y codirigiendo tanto la parte ‘empresarial’ como la social. Tenemos un proyecto mucho más abarcativo que el sólo realizar múltiples tareas con la comunidad en la que estamos arraigados. Con el ejemplo queremos realizar una transformación en la sociedad, inculcar que democráticamente se puede ser eficiente, basándose en el fuerte pilar de la solidaridad y sobre todo de la autogestión», explicó un dirigente, al tiempo que otro aclaró que «es tratar de dar a la sociedad un ejemplo distinto. Siempre nos destacamos por nuestra coherencia, ya que el mensaje es igual a la acción: hacemos lo que decimos y decimos lo que hacemos».
En el 2002, se construyó el Centro Cultural de la Cooperación, una de las pocas obras trascendentes que se realizó en la ciudad durante esa época de crisis. «Floreal Gorini decía que ‘de una derrota cultural se sale con una nueva cultura’. El espacio se construyó con ese fin y hoy es centro de investigaciones, producciones, presentaciones y actividades artísticas», aseguró el gerente zonal.
Ubicado en la avenida Corrientes 1543, no sólo se plantea desde el lado cultural: muchos jóvenes llegaron por concurso y se otorgan múltiples becas para realizar tesis de investigación; de hecho, el centro cuenta con más de 200 pasantes e investigadores trabajando en sus instalaciones.
Credicoop también está asociado en la Argentina al Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos, con una historia que se remonta a 1919, con la primera caja mercantil.
En el 2002, se construyó el Centro Cultural de la Cooperación, una de las pocas obras trascendentes que se realizó en la ciudad durante esa época de crisis. «Floreal Gorini decía que ‘de una derrota cultural se sale con una nueva cultura’. El espacio se construyó con ese fin y hoy es centro de investigaciones, producciones, presentaciones y actividades artísticas», aseguró el gerente zonal.
Ubicado en la avenida Corrientes 1543, no sólo se plantea desde el lado cultural: muchos jóvenes llegaron por concurso y se otorgan múltiples becas para realizar tesis de investigación; de hecho, el centro cuenta con más de 200 pasantes e investigadores trabajando en sus instalaciones.
Credicoop también está asociado en la Argentina al Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos, con una historia que se remonta a 1919, con la primera caja mercantil.
[Diario La Ciudad del Partido de Avellaneda - Archivo de noticias]
Fragmento de articulo publicado en agosto de 2008